Residentes del sector denuncian que los desechos les han causado enfermedades respiratorias. El hecho generó más de seis horas de retraso en el servicio.
Al relleno sanitario llegan a diario más de 6.000 toneladas de desperdicios que producen los capitalinos. Estos residuos son depositados a cielo abierto lo que ocasiona complicaciones en la salud de los residentes del sector.
“Llevamos más de un año con las basuras destapadas, con un mosquero y un lío bastante grave”, asegura Katerine Marente, habitante del barrio Mochuelo Alto.
Más de 400 personas bloquearon las vías de acceso. Justificaron que los malos olores los tienen desesperados.
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“Estamos cansados de la cantidad de moscas, ratas y las afectaciones que tenemos por el relleno. Estamos pidiendo que no invadan los terrenos cultivables”, expresó Samuel Aya, residente.
“Estos malos olores nos han afectado con enfermedades a los niños y a las personas de la tercera edad, enfermedades respiratorias, brotes en la piel y esto es lo que el operador no se quiere dar cuenta”, afirma Yesid Fonseca, ciudadana.
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Según Élber Ruiz, presidente de la junta de acción comunal: "el Distrito debió haber presentado hace un año la propuesta técnica para la nueva disposición del relleno que ya lleva dos años de atraso”.
Las protestas continuaron durante la tarde, por eso la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp) hizo un llamado de alerta, a través del siguiente comunicado: "la manifestación en el relleno sanitario Doña Juana, deja más de seis horas de retraso en el servicio de aseo de Bogotá y daños en maquinaria e infraestructura del lugar".
De acuerdo con la licencia ambiental otorgada por la CAR de Cundinamarca, en tres años el relleno tendrá que cerrarse y habrá que buscar una nueva forma para gestionar estos residuos.