En los once días que lleva diciembre ya hay 22 personas afectadas. Se han presentado 14 casos más que el año pasado.
Más grave aún, algunos padres de familia, por temor a las sanciones, no buscan ayuda médica inmediata, sino que acuden a farmacias o remedios caseros, lo cual puede agravar la lesión.
"Se puede infectar, si usted aplica sustancias inadecuadas se va a contaminar y nos quita la posibilidad de hacer un tratamiento más eficaz", señala Patricia Gutiérrez, líder de la Unidad de Quemados del Hospital Simón Bolívar.
Prueba de ello es que, una vez finalizó el fin de semana de velitas, la cifra de quemados en Bogotá
era muy baja. Pero, al pasar los días, han aparecido más y más quemados.
Según el Instituto Nacional de Salud, ya van 22 casos en diciembre, 14 más que para las mismas fechas del año pasado.
“El aumento en el país en general es alarmante. Es como si no se hicieran las campañas, como si las personas quisieran que sus familias se hicieran daño", señala la doctora Gutiérrez.
Ante una quemadura lo único que se puede utilizar es agua, un paño limpio y atender el paciente en un centro especializado, dicen los expertos.
Bogotá es la segunda zona del país que más quemados con pólvora reporta después de Valle del Cauca.