Angie Herrera, la joven asesinada con arma blanca por un policía que había sido su pareja, soñaba con ser periodista. Así lo relataron sus padres a Noticias Caracol.
Sin embargo, su ilusión terminó de forma abrupta cuando el pasado domingo el uniformado la atacó brutalmente en un ataque de celos.
A raíz del crimen, los parientes de la víctima regresaron a la población de Puente Quetame, Cundinamarca, de donde hace dos años salieron en busca de un mejor futuro.
En el colegio donde Angie terminó la secundaria, compañeros y amigos rechazaron el crimen. El homicida, el patrullero Fray Ardila fue enviado a la cárcel por un juez de garantías. Entre tanto la Policía lo retiró de la institución.
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Angie Herrera era madre de una niña de 2 años y había convencido a su familia de viajar a Bogotá donde quería estudiar Comunicación Social.