Más de 200 familias resultaron afectadas por los fuertes aguaceros en Bogotá

El sector en el que mayores estragos causó la lluvia fue Tunjuelito, donde se inundaron aproximadamente 250 viviendas debido al taponamiento de sumideros.

La jornada de este lunes en Bogotá se vio afectada por varias emergencias que se presentaron por cuenta de las fuertes lluvias en diferentes sectores. Hubo graves emergencias por deslizamientos y accidentes vehiculares debido a las inundaciones.

Los puntos más críticos se ubicaron en las localidades de Tunjuelito, Chapinero, Usaquén, los alrededores de los cerros orientales, la carrera Séptima con 215 y la autopista Norte con 220, donde en horas de la noche una lámina de agua que superó los 50 centímetros afectó la movilidad, según las autoridades por la falta de cultura de los ciudadanos.

“Que la gente evite en su mayoría botar basuras a las calles porque esto genera taponamiento en los sumideros. Al taponarse los sumideros, las láminas de agua van a aumentar y van a generar afectación en vías y posiblemente en predios”, es el llamado que hace Tulio Villamil, jefe de emergencias del Idiger.

En el caso de Tunjuelito, uno de los sectores de Bogotá donde casi 200 familias resultaron damnificadas por las inundaciones de sus viviendas, habitantes atribuyeron los estragos a la cantidad de bolsas de basura que cubre las calles debido a que los camiones recolectores no pasan con frecuencia.

“Tenemos que pedirle a la comunidad paciencia, esta obra se demora aproximadamente doce meses”, respondió el alcalde de Tunjuelito, Yeisonn Alexander Chipatecua, ante los estados de las vías y las medidas que deben implementar para mitigar las afectaciones por las lluvias.

Esta mañana se presentaron dos accidentes de tránsito debido a la humedad del pavimento, en los que estuvieron involucradas dos tractomulas que perdieron el control y se estrellaron. Hay dos personas heridas.

Las autoridades realizarán un monitoreo continuo de las lluvias en los puntos críticos de la capital durante los meses de abril y mayo, para prevenir el desbordamiento de ríos o caños.