Vendedores ambulantes, preocupados por prohibición de pipetas a gas en espacio público de Bogotá

Muchos de los puestos de ventas ambulantes de alimentos y otros productos en la calle tendrían sus días contados debido a una resolución de la Secretaría de Gobierno de Bogotá que prohíbe los cilindros a gas o maquinarias de combustión a comerciantes que estén en el espacio público.Para Estephany y Alys, dos mujeres que tienen sus puestos de comida donde venden fritos hace más de un año en San Victorino, esta decisión es un duro golpe para su economía, que ya estaba muy afectada por la pandemia.“No le estamos haciendo daño a nadie. Hasta el momento no ha generado ningún peligro para nadie”, asegura Estephany Ruiz.Ellas manifiestan que son capaces de identificar cuándo la pipeta de gas puede representar un peligro y ocasionar accidentes.“Nosotros estamos pendientes de que no haya fuga. Si se siente mucho el olor a gas se cierra la pipeta y se busca ayuda u orientación de otra persona que tenga más conocimiento”, señala Alys Garzón.El secretario de Gobierno, Luis Ernesto Gómez, explicó que son 23 zonas en la capital donde se concentra la mayor parte del comercio informal. En estos puntos se está trabajando para que las ventas sean organizadas y con seguridad.“A partir del 2 de diciembre habilitamos nuevas zonas de espacio público para que vendedores informales trabajen de manera segura, otorgándoles carpas, mobiliario y peatonalización esta Navidad. Se beneficiarán más de 1.300 vendedores informales de Santa Fe, Teusaquillo y Puente Aranda”, subraya Gómez.“Los cilindros de GNP normalmente tienen una fase gaseosa, pero también una base líquida. En consecuencia, deben estar siempre de manera vertical, protegidos del sol, del agua, la lluvia, humedad y de la corrosión. Las mangueras que deben estar conectadas del cilindro al artefacto deben ser mangueras flexibles, de acero, para alta presión. Y sus conectores deben ser de cobre para evitar cualquier circunstancia e incumplimiento”, explica Gerardo Martínez, comandante de bomberos.Sin embargo, la decisión ha causado descontento entre los vendedores ambulantes que sostienen sus familias con su trabajo y piden una reunión con la alcaldía de Claudia López para concertar el tema.“No podemos aceptar que, en este momento, nos vengan a quitar la oportunidad de tener el alimento de nuestras familias. Llegamos a una situación bastante fuerte por la pandemia. Solicitamos una reunión de carácter urgente para pedirle que se revoque esta resolución”, solicita Félix Arturo Palacios, vendedor de comidas rápidas.