El cocodrilo del Bronx, que ha sido mencionado en diferentes leyendas urbanas, continúa generando zozobra entre los bogotanos que conocen la historia de este reptil, el cual era usado por la banda delincuencial Los Sayayines para torturar a sus víctimas.
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Luego de la intervención de la Policía Nacional en 2016, en el corazón del Bronx, surgieron varios relatos de lo que pasó en realidad con este temible animal.
“Ese cocodrilo lo conocí pequeño, se llamaba Pepe, lo trajeron como una lagartijita. Después, cuando ya el animal se creció, hicieron un estanque grandísimo para él solo”, le dijo Pedro Ruiz al programa de Caracol Televisión Los Informantes, meses después de la intervención de las autoridades.
Además, aseguró que el cocodrilo llegó a medir más de dos metros y Los Ganchos, quienes mandaban en el Bronx, “le echaban la gente a ese animal”.
Por su parte, Isabel Carreño, de Control Animal, le dijo a la revista Shock que "una vez nos avisan en la Secretaría el hallazgo del reptil, iniciamos con todo el protocolo. Enviamos un equipo de rescate, pero encontramos al reptil lastimosamente muerto. Presumiblemente, fue alimentado muchas veces con carne humana y muy probablemente esto fue la causa del fallecimiento del animal".
No obstante, ese no es el único relato que existe, ya que hay quienes aseguran que a Pepe lo sacrificaron y su piel fue vendida en el barrio Restrepo, sur de Bogotá, para la fabricación de calzado.
Aunque las fuentes oficiales indican que el reptil fue cremado, existen leyendas que afirman que su piel cubre los pies de algunas personas, las cuales desconocen el origen de este animal usado para torturar personas.
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