
Mientras el senador Miguel Uribe Turbay permanece internado en la Fundación Santa Fe de Bogotá, en estado delicado tras recibir dos disparos en la cabeza el pasado 7 de junio en un atentado en el parque El Golfito, en el barrio Modelia, del occidente de Bogotá, su hermana María Carolina Hoyos publicó una sentida carta para despedir a su abuela, Nydia Quintero de Balcázar, exprimera dama de Colombia, quien este lunes falleció a los 93 años por complicaciones respiratorias en el mismo centro médico.
En el texto, divulgado a través del diario El Tiempo, Hoyos le rinde homenaje a la mujer que no solo fue su abuela, sino también, como ella misma lo dice, su “mamá de la vida”. En la carta, María Carolina recorre momentos íntimos, familiares y públicos que marcaron su relación con Quintero, y resalta el legado humano, espiritual y social que dejó como fundadora de la Fundación Solidaridad por Colombia.
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“Hoy, a tu lado en cada instante de tu partida, mi alma se parte en dos”, escribió. “Se fue mi abuela, mi mamá de la vida. La mujer que me enseñó lo que significa amar con hechos, transformar desde los valores y servir desde el corazón”.
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Desde las primeras líneas, María Carolina Hoyos aclara que la relación con su abuela fue mucho más que afectiva: fue maternal. “Fuiste mi mamá desde que estaba en la barriga de mi mamá Diana. Tuvimos una conexión desde antes de nacer. Siempre estuve a tu lado, y tú junto al mío”.
Cuando su madre, la periodista Diana Turbay, murió al ser víctima de la violencia derivada del narcotráfico durante inicios de la década de los 90, Nydia Quintero asumió la crianza de María Carolina. “Cuando perdí a mi mamá, tú fuiste mi refugio y mi dirección. Me lo diste todo. Fuiste, eres y serás mi mamá de la vida”, escribió.
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Con un tono íntimo y a la vez agradecido, Hoyos recuerda momentos de oración, cantos, celebraciones y lecciones de vida que compartió junto a su abuela. “Me enseñaste a perdonar con el ejemplo, a creer ciegamente en Dios y en la Virgen María, a confiar incluso cuando todo parece perdido”.
Uno de los fragmentos más conmovedores de la carta recuerda los días del secuestro de Diana Turbay y la valentía con la que Quintero enfrentó la situación. Según Hoyos, su abuela dedicó cada hora a intentar la liberación de su hija. “Recuerdo uno de nuestros viajes a Medellín, intentando llegar hasta Pablo Escobar o alguno de los suyos”, narra. “Decías sin vacilar que tú estabas dispuesta a cambiarte por Diana”.
Este gesto, asegura, marcó para siempre su visión del amor incondicional. “Eso es la entrega absoluta. Eso es amor en su forma más pura”. Aunque fue su figura materna y su refugio, Hoyos también resalta que su abuela no fue complaciente: “Nunca fuiste mi comité de aplausos. Fuiste exigente, directa y honesta. Me corregiste, me llamaste la atención, me hiciste reflexionar”.
Esa firmeza, dice, la ayudó a formar carácter y a entender que decir la verdad también es una forma de cuidar. “Moldeaste mi carácter, me enseñaste que la franqueza es un acto de amor”.
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En 1975, Nydia Quintero fundó Solidaridad por Colombia, una organización que desde entonces ha trabajado por poblaciones vulnerables en todo el país. En la carta, su nieta hace un recuento del impacto social que deja esta obra: más de 5,8 millones de personas beneficiadas directa o indirectamente.
“Más de 16.000 niños que encontraron un entorno seguro y amoroso. Más de 2.000 jóvenes graduados, profesionales que tú impulsaste cuando nadie más creyó en ellos. Más de 35.000 adolescentes que recuperaron su proyecto de vida. Más de 21.000 adultos mayores que viven con dignidad y compañía. Más de 4 millones de colombianos acompañados en medio del desastre o la pérdida”, apuntó.
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Hoyos subraya que el verdadero impacto de ese legado no se mide en cifras ni reconocimientos —que fueron más de 60 entre nacionales e internacionales—, sino en las historias de vida transformadas. “El niño que aprendió a leer. La joven que hoy lidera su comunidad. La abuela que volvió a sonreír. La mujer que se sintió digna. El hombre que recuperó su fe en la vida”.
La describe como una mujer que no se quedaba en las ideas, sino que las convertía en acción. “Era admirable tu mezcla de perfeccionismo y acción”. Y recuerda una de sus frases más repetidas, convertida en lema de su obra: “Pequeños actos de solidaridad en millones de personas pueden transformar el mundo”.
La despedida en medio del dolor: lo que dijo de Miguel Uribe Turbay
La muerte de Nydia Quintero coincide con la lucha por la vida de su nieto Miguel Uribe Turbay, quien continúa en estado crítico tras el atentado. María Carolina se despide con una frase: “Sé que subes al cielo con una nueva misión, un nuevo acto de amor: interceder por nuestro milagro. Porque el amor no muere. El amor se transforma. Y tú te vas al cielo para cuidar a Miguel”.
También evoca la unión entre su madre y su abuela, ahora desde otro plano. “Qué consuelo saber que ahora están juntas: dos almas unidas, dos guardianas desde el cielo”.
En el cierre del texto, María Carolina recuerda que hace ocho años su abuela le pidió continuar con su legado en la Fundación Solidaridad por Colombia. Aclara que no busca reemplazarla, sino encarnar su esencia: “No para reemplazarte, porque eso sería imposible. Sino para llevar tu bandera con mi voz, con mi estilo, con la convicción de que lo importante no es imitarte, sino encarnar tu esencia”.
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Y concluye: “Descansa en paz, mami. Tu misión fue cumplida con amor. Nos dejas una familia unida, una Fundación viva, y un país que aprendió a creer en la solidaridad gracias a ti”.
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LAURA NATHALIA QUINTERO ARIZA.
NOTICIAS CARACOL DIGITAL.
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