Las autoridades llegaron al establecimiento comercial y pudieron determinar que el hombre no tenía una granada en su poder y solo se trataba de una piedra.
Gregorio Moreno, testigo del hecho relató que el hombre “se bajó de un taxi y corrió hacia la taberna. Partió el vidrio de la ventana y se metió. Comenzó a tirarnos botella y luego cogió a un tipo como rehén y decía que tenía una granada”.