Dos diplomáticos rusos, acreditados en la embajada de Moscú en Bogotá , fueron expulsados en días pasado por autoridades de Colombia tras advertencias de la Dirección Nacional de Inteligencia sobre actividades ilegales.
Desde noviembre de 2017, Aleksandr Belousov, de 39 años, y miembro activo del servicio de inteligencia militar de Rusia , estaba acreditado como diplomático en Colombia . A la misma agencia de inteligencia pertenecía Aleksandr Paristov, de 31 años, quien entró a territorio nacional en enero del año pasado.
Durante dos años los funcionarios fueron seguidos por organismos de inteligencia como la Dirección Nacional de Inteligencia de Colombia. Empezaron a sospechar de ellos por algunas preguntas que hicieron en círculos del gobierno.
En el seguimiento establecieron que su presencia en el país no era solo con fines diplomáticos, sino que los dos rusos tenían como objetivo recolectar información de la inteligencia militar y de la infraestructura estratégica de Colombia.
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Según inteligencia militar, los dos hombres obtenían esa información a través de fuentes humanas a las que les habrían pagado jugosas sumas de dinero en moneda extranjera. Algunas de esas personas se encargaron de vigilar con drones puntos cercanos a la infraestructura petrolera y energética del país.
El ocho de diciembre, los dos salieron del país, uno de ellos acompañado de su familia que también estaba radicada en el territorio nacional.
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"El pasado 8 de diciembre abandonaron territorio nacional dos ciudadanos extranjeros de nacionalidad rusa, que servían a la embajada de ese país en nuestro territorio, la razones que motivaron a este abandono son ajenas a Migración Colombia y competen a razones de estado a las cuales prefiero no referirme, sin embargo, confirmamos que estos dos funcionarios abandonaron territorio nacional ese día", indicó Juan Francisco Espinosa, director de Migración Colombia.
Este año Colombia también expulsó el sargento segundo del ejército venezolano Gerardo José Rojas Castillo, detectado en Valledupar con la fachada de vendedor ambulante , y al cubano José Manuel Peña, señalado de espionaje en la base aérea de Palenquero.
En los dos casos, los espías tenían como objetivo la inteligencia militar y la infraestructura del país.