Tras el deslizamiento en Rosas, Cauca, las lluvias no paran y amenazan con nuevos deslaves en el terreno, que arrasó con gran parte de las veredas La Soledad, Párraga Viejo, Chontaduro y Santa Clara. Por lo menos 100 de las más de 300 familias afectadas llegaron a los albergues con colchonetas al hombro.
Cristina Martínez, una de las damnificadas, afirmó que “si nosotros no evacuamos habríamos quedado enterrados en ese pedacito porque fueron ayudas del otro lado que nos gritaban ‘por favor, griten, griten para escucharlos’”.
Agregó que “con la linterna nosotros hacíamos señales de vida porque éramos los únicos de La Soledad que estábamos en la montañita, para que vieran que estábamos vivos, a ver si llegaban helicópteros para que nos ayudaran a salir”.
Édgar Piamba expresó su alegría por sobrevivir al deslizamiento en Rosas, que por fortuna no ha dejado hasta el momento víctimas fatales: “Gracias a Dios acá estamos, gracias a Dios con mis vecinos que han sido que digamos somos como familia, y vivíamos bien”.
José Roberto Campo, alcalde del municipio, aseguró que “tenemos pérdidas materiales, todas las viviendas absolutamente todas las viviendas de la vereda La Soledad, gran parte de la vereda de Párraga Viejo, de Chontaduro y de Santa Clara se perdieron”.
Gracias al apoyo aéreo, el Ejército logró evacuar varias familias que aún se encontraban en medio de la tragedia.
El coronel Óscar Daza, comandante del batallón de alta montaña número 4, señaló que la evacuación tras el deslizamiento en Rosas se dio gracias a la ayuda de la Fuerza Aérea Colombiana.
El deslizamiento en Rosas también afectó considerablemente la Vía Panamericana y mantiene incomunicados a los departamentos de Cauca y Nariño.
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