Ejército deberá pagar $420 millones por la muerte de un niño en Antioquia

La Sección Tercera encontró que la no remoción del artefacto que quedó en el lugar del enfrentamiento entre el Ejército y las FARC en el municipio de Santuario, sin importar a quién le pertenecía, vulneró los convenios internacionales, especialmente el de Ginebra, suscrito por Colombia.
Según el fallo, era obligación de los militares limpiar la zona donde se desarrolló el enfrentamiento porque logró el control del lugar.
Sin embargo, explica, como no se hizo así y el artefacto abandonado lesionó a los menores de edad, el daño es atribuible al Ejército, aunque el organismo se defendió diciendo que no era responsable por cuanto la granada fue abandonada por el grupo armado ilegal y quienes la hicieron explotar fueron los niños.
La decisión aclaró que aunque se pudo probar que la guerrilla portaba granadas, no se acreditó que la que explotó y ocasionó las lesiones a los menores hubiese sido abandonada por dicho grupo.
Añadió la sentencia que la culpa no puede atribuirse al niño que encontró el artefacto, pues la manipulación de la granada no fue la causa exclusiva de las lesiones sufridas por el pequeño, sino que también fue el abandono del explosivo después del operativo militar.