Sin perder la serenidad ni la sonrisa, el pontífice arribó a la humilde vivienda de Lorenza Pérez. Ella, es un ángel para los niños del barrio San Francisco.
“Al llegar nos dejó mucho, solo con su presencia”, contó la valerosa mujer. Ella cree que el gesto del papa por ir a esa zona marginada podría ayudar a aliviar las dificultades, gracias a la conversión de los creyentes.
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Updated: septiembre 11, 2017 01:32 p. m.