El trágico final de Chester, un perrito criollo al que un hombre habría atacado a machetazos

Según los veterinarios que atendieron el caso, al animal se le vieron comprometidas las “vértebras lumbares hasta el abdomen”.
Consternados, indignados y tristes, así se encuentran algunos habitantes de la vereda El Placer, ubicada en el municipio de El Cerrito, Valle del Cauca, tras el brutal asesinato de Chester, un perro criollo.
Según los testigos de este hecho, un carnicero de oficio atacó con un machete al can, dejándolo herido de muerte.
Una mujer del sector vio cómo sucedió este hecho, el cual ya está denunciado ante las autoridades.
“El señor es carnicero, él llegó con su hijo de dos años en una moto, él se bajó de la moto y dejó al niño arriba. Un tío del menor, que estaba partiendo carne, les tiró los sobrados a los perros, ahí estaba Chester, el perro ladró, el niño se asustó y se cayó de la moto”, afirmó la testigo.  
Tras la caída del menor de la moto, ella aseguró que el tío se confundió y creyó que Chester había atacado al niño.
“Cuando el tío vio que el niño se cayó y se reventó la cara gritó que el perro lo había mordido. El papá cogió al niño, se fue y antes de irse dijo ‘ahora vengo lo pico’”, sostuvo la mujer.
Horas más tarde, el enfurecido hombre, con machete en mano, llegó hasta una vivienda en la que mantenía Chester y el desenlace fue fatal, reveló ella.
“El tipo se entró a un antejardín de una casa, en la que alimentaban al perrito y lo cogió a machetazos. La señora que lo alimentaba, una mujer de 70 años, en medio del dolor, agarró al perro y este le mordió un dedo”, referenció la mujer.
Según el intendente Alejandro Rendón, jefe del Grupo de Protección Ambiental y Ecológica del Valle del Cauca, la investigación está en competencia de la Fiscalía.
“Son ellos los que determinan la culpabilidad o no de este hombre de acuerdo a la Ley 1774 del 2016 que declaró a los animales como seres sintientes”, afirmó el intendente.
El presunto agresor habría incurrido, al parecer, en el delito cintra la vida, la integridad física y emocional de los animales, el cual, según Rendón “tiene una pena de uno a tres años de cárcel y unas multas de cinco a 60 salarios mínimos mensuales legales vigentes”.
Conforme con el reporte de la veterinaria en la que fue atendido el canino, este llegó con “una herida ocasionada por arma cortopunzante al nivel de la columna con amplitud de 20 a 30 centímetros y longitud de 10 centímetros. Comprometidas totalmente las vértebras lumbares hasta el abdomen”.
De igual manera, el profesional en la salud afirmó que se procedió a “realizar una eutanasia por parálisis y pérdida de la sensibilidad en el tren posterior, eficema y exposición abdominal por parte de la columna”.
Este hecho, según la denuncia interpuesta en la Fiscalía de El Cerrito, se perpetró el pasado 25 de enero del 2020 a las 6:00 p. m..