Hasta el mediodía del martes las autoridades habían reportado la muerte de 14 personas debido a la avalancha en Quetame . Una de estas víctimas fue identificada como Estefi Viracachá Cruz, de 13 años, cuyo cuerpo sin vida fue rescatado por su tío, Héctor Moreno.
“Ella era mi sobrina. La mamá también cayó en eso, cayó el papá, cayeron los otros primos y cayeron todos”, señaló el señor.
El pasado sábado, Estefi había recibido un reconocimiento por su desempeño en la Liga de Patinaje de Cundinamarca.
Por la avalancha en Quetame, que ocurrió hacia la medianoche del lunes, otras trece familias también están de luto.
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Un hombre que trabaja en la Agencia Nacional de Infraestructura sobre el mismo puente que terminó destruido solo pudo rescatar las dos guitarras de su suegro. Afirma que por lo menos ocho personas allegadas a su esposa permanecen desaparecidas.
Además de las pérdidas de vidas humanas, emprendedores también se quedaron sin sustento. “Ahí están los cadáveres de los amigos nuestros. Estamos evacuando lo que más podemos porque tenemos un proyecto de gallinas y eso se fue a pique por el desastre”, indicó un damnificado.
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Muchos de los habitantes de la vereda Naranjal aún permanecen en el lugar, buscando a sus seres queridos. En total se estima que son 25 personas más que falta por encontrar.
La cuenta de fallecidos por cuenta de la avalancha en Quetame inició en seis, según informó el alcalde de esa población, Camilo Parrado. En cuanto a los heridos, también se comunicó la misma cifra, los cuales fueron remitidos a centros asistenciales.
Sin embargo, hacia el mediodía, el gobernador de Cundinamarca, Nicolás García Bustos, informó que la cantidad de muertos ya ascendía a 14.
La vereda Naranjal llevó la peor parte en este tragedia. La creciente de las quebrada La Marcelita y La Quiña, así como el río Contador y el río Negro, por las fuertes precipitaciones, arrasó con gran parte de esa población.
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El alcalde de Quetame informó a primera hora que al menos 15 casas se las llevó el agua, mientras que socorristas que arribaron a la zona con la luz del día señalaron que la vereda prácticamente había sido borrada.