En supuestos rituales de sanación, en los que hacía vestir a los menores con batas blancas, habría cometido los vejámenes. Ocurrió en Suan, Atlántico.
Julio Maldonado decía ser un enviado de Dios y así se ganó la confianza de muchos padres de familia en el municipio.
Menores que lo denunciaron dijeron que el hombre, con la excusa de querer sacarles espíritus diabólicos, les daba una sustancia que los dormía y después procedía a abusarlos.
De acuerdo con la investigación, también habría violado a mujeres que buscaban su ayuda. A algunas de ellas incluso las amenazó en redes sociales para que no denunciaran.
Se intenta establecer si el capturado habría cometido otros abusos en pueblos del sur de Bolívar, los cuales solía frecuentar.
Updated: abril 28, 2017 01:58 p. m.