Más de cien estudiantes del colegio de Chinulito, Sucre, tienen que recibir clases bajo el sol o la sombra de un palo de mango.
Jorge Ballesteros, coordinador del colegio, explicó que "en el 2010 hubo un fallo de tutela favorable para el centro educativo", pero que "hasta la fecha ni la Gobernación de Sucre ni las entidades correspondientes se han dignado a construir los salones de clase".
La mayoría de los estudiantes de la institución provienen de familias que han sido víctimas de la violencia.
Según María José Pérez, estudiante, "el sol dificulta mucho. Hay compañeros que viven con dolor de cabeza".
Mientras tanto, los pocos salones disponibles están ocupados por el batallón 10 de ingenieros del Ejército Nacional y la maquinaria con la que construyen una vía de la región.
Según el coordinador de la institución educativa, los militares pidieron los salones prestados a la comunidad a cambio de brindarles tres aulas, una sala de informática y una batería sanitaria. Sin embargo, esto nunca se cumplió.
La situación de los estudiantes se hace cada vez más crítica, pues se avecina la época de lluvias y, según ellos, no tienen donde recibir sus clases durante el invierno.
Por su parte, el coronel Diego Pastrana, comandante del batallón 10 de Valledupar, manifestó que este "es un problema que tienen que solucionar la Gobernación de Sucre y la Alcaldía de Coloso".
"No tengo recursos y nunca he tenido recursos para arreglar este colegio", agregó Pastrana.
Noticias Caracol intentó hablar con voceros de la Gobernación y la Alcaldía municipal pero no fue posible contactarlos.
Updated: abril 10, 2015 11:50 a. m.