Su fortaleza y triunfo final hicieron de ella un ejemplo para un país que vivía uno de los peores flagelos de la guerra.
Cuando su hija fue secuestrada junto a Íngrid Betancourt, ella inició una disputa por su liberación. De manera, que por años acompañó las movilizaciones que pedían en ese momento un acuerdo humanitario.
Con el tiempo se convirtió en un símbolo de lucha por los secuestrados, mucho más cuando se conoció que su nieto Emmanuel había nacido en cautiverio.
Este miércoles 7 de septiembre, después de quince días en cuidados intensivos, doña Clara murió esta mañana en la ciudad de Bogotá.
Updated: septiembre 08, 2016 01:01 a. m.