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La aparición de osamentas revelaron al tragedia ambiental que viven los manatíes varados por la sequía en la ciénaga de Mahates, en el Cesar. Desde entonces, policías ambientales y los pescadores se dieron a la tarea de convertirse en guardianes.
La batatilla, planta de la que se alimentan estos mamíferos y que solo crece en los humedales, se ha perdido por cuenta de El Fenómeno de El Niño. A medida que la temperatura ambiente aumenta, también lo hace la del agua de los ríos y el nivel de oxígeno no es el indicado para la subsistencia.
A pesar de que la acción de los cazadores ha disminuido, un escuadrón policial fue conformado para impedir la matanza de los manatíes. Entre tanto, un grupo de pescadores voluntarios proveen los alimentos que necesitan.
Updated: abril 12, 2016 05:24 a. m.