Una de ellas era un policía y otra de las víctimas fue linchada por el homicidio de un hombre durante una riña.
El alto consumo de alcohol y de sustancias alucinógenas es, para los turbaqueros, el detonante de los hechos violentos que se dan en el municipio de Bolívar.
Una de las víctimas fatales durante el fin de semana de velitas era un hombre de 37 años, herido con arma blanca durante una riña.
Allegados siguieron al supuesto homicida que huyó “hacia un colegio donde es finalmente alcanzado y lastimosamente, con armas cortopunzantes y contundentes, se le causa la muerte”, informó el general Henry Sanabria, comandante de la Policía de Cartagena.
El patrullero William Parrado
también fue asesinado cuando quiso hacer una requisa y un motorizado le disparó. Su compañero se recupera en una clínica tras el ataque.
Para evitar más hechos violentos, la Policía reforzó la seguridad con 100 hombres más, para un total de 400.