Ante la intensidad de las ráfagas, las autoridades han extremado las medidas de seguridad en la región.
En Barranquilla, las corrientes de aire destecharon un colegio y dejaron sin clases a más de 1.500 niños.
Por otra parte, en Santa Marta, las ráfagas de hasta 60 kilómetros por hora han causado la caída de redes eléctricas, lo que ha provocado apagones en varios sectores.
Los más afectados han sido los empresarios del turismo y dueños de restaurantes que han recibido cancelaciones y se han visto obligados a cerrar temporalmente.
"Estuvimos sin luz, llegó después de las once de la noche, por lo que la mayor parte de los establecimientos tuvimos que cerrar, no pudimos vender. Así uno tenga las estufas a gas, la gente no está dispuesta a pasar calor" dijo Olga Carrasco, propietaria de restaurante.
Electricaribe dice que tomará medidas ante los constantes apagones y daños registrados.
Así mismo, las autoridades implementaron restricciones en el puerto de Barranquilla debido a que los vientos no dan tregua.
“En horas de la noche tenemos una altura considerable de hasta más de tres metros de altura en la parte externa, y viendo que superaban los 38 nudos, no vimos obligados suspender una serie de maniobras’’ informó Carlos Urbano, capitán del puerto de Barranquilla.
Los organismos de socorro piden a los bañistas abstenerse de ingresar al mar después de las cuatro de la tarde cuando el viento se torna más fuerte.
Updated: febrero 12, 2019 06:11 a. m.