El gobierno del presidente Gustavo Petro responsabilizó este miércoles, 21 de febrero de 2024, a la guerrilla del ELN por llevar a una "crisis innecesaria" los diálogos de paz y prolongar "la confrontación armada", luego de que la guerrilla hablara de "congelamiento en el proceso".
"Las decisiones que unilateralmente tome el ELN son su entera responsabilidad y conducen a generar una crisis innecesaria que prolonga la confrontación armada y la violencia que sufren las comunidades, así como a debilitar la confianza de la sociedad colombiana en su voluntad de paz", indicó la Presidencia en un boletín.
El martes, el Ejército de Liberación Nacional declaró que las negociaciones podrían entrar en "una fase de congelamiento" alegando violaciones por parte del Gobierno a lo pactado.
Según el Gobierno "ha cumplido a cabalidad todos sus compromisos. Siempre ha estado dispuesto a encontrar salidas ante las situaciones críticas y las dificultades que ha enfrentado la mesa de diálogos".
Otty Patiño, alto comisionado para la Paz, recalcó que esta es la oportunidad para que el ELN pueda repensar su relación con algunos frentes.
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"Sé de algunos frentes que han manifestado divergencias, algunas positivas y otras negativas con respecto a lo que se plantea en la mesa. El congelamiento puede significar un momento de profunda reflexión y eso es muy importante. Lo importante es que el congelamiento no significa un estado de hibernación", mencionó Otty Patiño, alto comisionado para la Paz.
Las delegaciones oficiales y del ELN ya sostuvieron seis ciclos de diálogo en Venezuela, México y Cuba y anunciaron que regresarán a Caracas en abril.
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Pero una serie de reveses ensombrecen el futuro de los acuerdos: paros armados en los que los rebeldes ordenan a miles de personas confinarse, el secuestro del padre del futbolista Luis Díaz, así como enfrentamientos con otros grupos armados.
La última arremetida violenta fue calificada por el Gobierno de Gustavo Petro como una "deslealtad" a lo acordado cuando rige un cese al fuego hasta agosto.
En un comunicado, la Defensoría del Pueblo calificó de "inaceptable la postura" de la guerrilla y aseguró que deja ver "su afán por presionar al Estado para que no haya participación de la sociedad".
Además, la entidad cuestionó la unidad de mando del ELN y tachó de "rueda suelta" a su Frente de Guerra Occidental, que opera en el suroeste del país, donde "tiene confinados a 40.000 habitantes en la subregión del San Juan".
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Levantada en armas desde 1964, esta guerrilla tiene un pie de fuerza de unos 5.800 combatientes y una amplia red de colaboradores, según inteligencia militar.
Aunque cuenta con un mando central, sus frentes son autónomos en el campo militar, lo que para los expertos dificulta las negociaciones.
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"En manos del ELN está hoy su decisión de valorar lo que hemos avanzado, de valorar los pasos hacia la paz, de valorar los acuerdos", declaró en un video la negociadora del gobierno, Vera Grabe.
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