En otros tiempos, Semana Santa convocaba a cientos de pasajeros en la frontera, pero hoy, según los transportadores, se vive una crisis porque la mayoría de las personas no quiere visitar Venezuela.
Fredy Monsalve, conductor, asegura que de 60 cupos que tiene en su vehículo, por lo general lo copaba o llevaba 50 pasajeros, pero estos días no han pasado de 10 o 15.
Los rigurosos controles por parte de las autoridades venezolanas es una de la causas que ahuyenta a los viajeros.
“Los controles excesivos que hace la guardia venezolana alejan al pasajero. A las personas les da miedo ir a Venezuela por la problemática que hay allá”, dice Juan Carlos Herrera, jefe de recaudo del terminal.
A esto también se le suman las interminables filas en los pasos internacionales, como por ejemplo en la entrada de Ureña y San Antonio, donde las colas son de tres y cuatro horas y “los guardias quitan lo que ven: un kilo de arroz, un kilo de leche”, denuncia Nelson Ortega, fiscal de Transporte de la frontera.
Desde Venezuela hacia Colombia la situación no es distinta. Para los habitantes del vecino país no es rentable viajar a Colombia por el diferencial cambiario, por lo que se predice una temporada muy mala para los transportadores.
Updated: marzo 31, 2015 06:50 p. m.