El torrencial aguacero que cayó el martes 5 de octubre en Soledad, Atlántico, arrastró un bus con pasajeros por el arroyo El Salado.
Los ocupantes del vehículo, cuatro pasajeros y el conductor, alcanzaron a salir cuando vieron que no podrían evitar que el automotor fuera halado por la potente corriente.
Cámaras de seguridad grabaron parte del recorrido del bus en Soledad, que quedó boca abajo en un tramo del caudal.
La gente pensaba que se iba a quedar estancado, pero la corriente cobró más fuerza y volvió a arrastrarlo hasta que se estrelló contra un puente vehicular.
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Era tanta la potencia del agua, que el bus en Soledad, destruido ya, pasó por debajo de la estructura hasta llegar a una esquina.
Cuando la inundación bajó, la gente lo desvalijó y solo quedó el chasis.
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