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La madrugada del viernes 12 de septiembre se convirtió en una jornada de angustia para la comunidad de Santander de Quilichao, Cauca, luego de que un derrumbe en la mina artesanal San Antonio dejara atrapados a siete trabajadores bajo tierra.
El colapso, ocurrido en una excavación a cielo abierto que funcionaba sin autorización, se produjo en dos deslizamientos consecutivos, según explicó la secretaria de Gobierno municipal, María Luisa Holguín. “En este momento, siete personas permanecen atrapadas tras el colapso de la mina artesanal”, confirmó la funcionaria, aunque hasta ahora no hay información oficial sobre el estado de los trabajadores.
Las autoridades instalaron un Puesto de Mando Unificado (PMU) para coordinar las operaciones de emergencia. En la zona trabajan de manera conjunta el Cuerpo de Bomberos, la Defensa Civil, voluntarios de la comunidad y un equipo de Seguridad y Salvamento Minero de la Agencia Nacional de Minería (ANM), enviado desde Jamundí.
Los mineros permanecen a unos 22 metros de profundidad, lo que ha complicado la operación, especialmente por la acumulación de agua dentro del socavón. Para continuar con el rescate, los organismos de socorro esperan la llegada de una oruga especializada en perforación hidráulica, herramienta que permitirá drenar el líquido y avanzar en condiciones más seguras.
El teniente Alex Colorado, comandante del Cuerpo de Bomberos de Santander de Quilichao, explicó en entrevista con Noticias Caracol En Vivo que aún no es posible determinar cuánto tiempo tomará el rescate de los mineros atrapados en la mina artesanal San Antonio.
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“La maquinaria amarilla ha tardado bastante en remover la tierra que cubre el socavón, lo que hace muy difícil precisar un tiempo para lograr el acceso”, afirmó.
Sobre las condiciones al interior de la mina, Colorado fue cauteloso: “El socavón está lleno de agua, por lo que es difícil asegurar que los trabajadores tengan oxígeno. Sin embargo, la esperanza es lo último que se pierde”.
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Hasta el momento no ha sido posible establecer comunicación con los mineros ni hacerles llegar alimentos. Según el teniente, la emergencia se originó por infiltraciones de agua provenientes del río cercano y de otras fuentes hídricas de la zona, lo que provocó los deslizamientos.
El panorama es complejo. “El terreno es muy difícil y hay muchos metros de tierra cubriendo la entrada. Apenas hemos podido remover entre 8 y 10 metros, lo que hace que el avance sea lento”, explicó.
Las autoridades tampoco han podido confirmar la identidad exacta de las personas atrapadas ni su número. “Sabemos que son siete, posiblemente ocho, pero no contamos aún con más información”, señaló Colorado.
Mientras tanto, las familias de los trabajadores permanecen en el lugar a la espera de noticias, en medio de la incertidumbre y la esperanza de que el rescate pueda concretarse pronto.
La emergencia revive la preocupación sobre los riesgos de la minería informal en el Cauca. Apenas días atrás, en el municipio de Suárez, dos trabajadores murieron intoxicados por gases al interior de otra mina de oro.
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En Santander de Quilichao y otros municipios cercanos, la minería artesanal constituye el sustento de cientos de familias, aunque sus condiciones precarias aumentan la vulnerabilidad frente a accidentes de este tipo.
LAURA CAMILA RAMOS CONDE
NOTICIAS CARACOL