La fuerte brisa que azota a la ciudad ha provocado el colapso de techos y vallas, y ha dejado sin luz a varios barrios.
En la madrugada del martes, una gigantesca estructura se vino al suelo por los vientos que, se prevé, irán hasta finales de enero.
Con la caída de los árboles, las líneas eléctricas también han sufrido y los apagones en Santa Marta se multiplicaron.
Por los vientos, conocidos en la región como ‘la Loca’, se restringió la navegación de pequeñas embarcaciones y no se permite la salida de lanchas ni yates.