Un soldado del Ejército de Colombia apareció con vida tras pasar 23 días perdido en la espesa selva del centro de Colombia, donde sobrevivió comiendo semillas y tortuga cruda, bebiendo agua de palma y cantando rap, informaron este martes las fuerzas militares.
Yefer Orlando Sánchez Fonseca, de 26 años, fue encontrado "sano y salvo" por el Ejército en los límites de los municipios de Vista Hermosa y Puerto Rico en el departamento del Meta, indicó en un comunicado el Comando General de la Fuerza de Tarea Conjunta Omega.
El soldado profesional se había extraviado el 5 de marzo en desarrollo de operaciones militares de control terrritorial en la vereda Nueva Colombia en Meta, departamento donde operan históricamente las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunista) y otros grupos armados ilegales.
Sánchez fue buscado incansablemente desde entonces por las fuerzas militares.
"Más de 500 hombres del Ejército Nacional realizaron maniobras de registros en profundidad, reconocimientos aéreos de la Fuerza Aérea colombiana, perifoneos tácticos de orientación al soldado, lanzamientos de 15.000 volantes, de igual manera, cuñas radiales por las emisoras institucionales y regionales", indicó el texto.
Sánchez fue finalmente hallado la mañana del lunes por el soldado profesional Carlos Enrique Tunubalá, de la Brigada Móvil Nº4. Según el relato de medios locales, estaba barbudo, sucio y a punto de desfallecer.
"No llevaba nada de comida ni agua, solamente el material de guerra: fusil, munición, casco, unos explosivos (...) un poncho, un machete, una cantimplora", contó el propio Sánchez este martes a Caracol Radio.
El soldado oriundo del andino departamento de Boyacá dijo que iba con 40 compañeros caminado entre bejucos (plantas trepadoras) cuando se extravió. "Yo iba de último, iba cerrando (la fila), pendiente de la integridad de mis compañeros (...) por un movimiento, un descuido me desvié del camino y me perdí", dijo.
Orines, tortuga morrocoy y rap
Los primeros días no comió ni tomó agua por querer buscar una salida rápida, pero la maraña selvática se lo impidió.
"Gracias al entrenamiento de supervivencia que me dio el Ejército aprendí que todo lo que comen los micos nos sirven a nosotros", manifestó el soldado, quien intentó tomar su propio orín sin éxito y calificó de "manjar" la tortuga morrocoy que se comió una vez.
"Se cruzó en mi camino y me tocó aprovechar. Me tocó comérmela cruda. Ya tenía mucha hambre", afirmó.
En su desesperado intento por salir de la selva, vio combatientes de las FARC, primera guerrilla de Colombia y actualmente en un alto al fuego en el marco del proceso de paz con el gobierno, pero eligió no acercarse a ellos.
"Sí ví a la guerrilla (...) yo casi no dormía, mantenía aferrado a mi fusil, estaba siempre atento", expresó el soldado Sánchez, quien evitó el enfrentamiento con los insurgentes y nunca pensó en entregarse a ellos.
Para mantener el ánimo en alto en las largas jornadas en la selva, cantaba canciones de rap por la cuales es conocido entre sus compañeros.
Cuando se topó con el compañero que lo rescató de la desesperación hubo un momento de tensión, porque ambos se apuntaron con sus fusiles. Pero el soldado Tunubalá manejó todo de forma "muy profesional y todo salió bien", relató Sánchez.
El joven militar, que se repone de una deshidratación y un cuadro de fatiga en una sede militar del departamento de Guaviare, vecino de Meta, aseguró que seguirá en las filas del Ejército.