JRV: ¿Cómo hacerle entender a los colombianos que se tiene que meter en el tema de la paz, de una manera diferente a decir sí o no o estar en contra o no del proceso con las FARC?
HDLC: Esto no es solo silenciar los fusiles esto no es un tema militar. Esto es un tema de a oportunidad que tiene Colombia de tomar un rumbo, de transformaciones y de sentirnos cerca uno del otro.
Doctor Jaramillo, usted dijo que tenemos que entrar en la fase de aceptación, ¿qué significa eso?
SJ: Así como hay exigencias serías y legítimas a las FARC frente a las víctimas, también tenemos que cambiar el chip. Hay que hacer una construcción de país entre todos. Yo le doy un alto valor a que esto haya sido en Cali porque esta paz no la vamos a construir desde los escritorios en Bogotá. Se requieren los liderazgos regionales.
Y al obligar a mirar la otra Colombia le cambia el concepto de mucha gente que pensaba que el proceso de paz era entre ustedes, que representaban al Estado, y una guerrilla que la gente no quiere.
HDLC: Fabiola Perdomo, que es la esposa del doctor de Narváez el diputado del Valle que murió allí, dijo “fui a La Habana y volví a llorar, pero lloré más que el día de la muerte de mi esposo”.
Ella lo que dice es el perdón es individual, pero sí hay que abrir un espacio para la reconciliación. Yo pediría que en Bogotá en esos sectores reticentes leyeran esa entrevista de alguien que sufrió más que todos nosotros.
SJ: En un proceso de paz como este cambia todo el mundo. Los cambió a ellos e incluso nos ha cambiado a todos nosotros. Lo del sábado no hubiera sido posible sin este tiempo de reflexión serena en La Habana pero también con un trabajo intenso.
¿Cómo hacerle entender a la gente que tiene rabia que hay que perdonar?
HDLL: Una persona dice esos personajes de las FARC son unos salvajes, unos miserables, han cometido crímenes. Muy bien, nosotros no fuimos a La Habana a aplaudir a las FARC ni estamos pidiendo que la aplaudan. Pero a mí me parecería más sólido si decimos los colombianos: ‘todos los que tienen responsabilidad deben obrar de la misma manera’.
Lo que me parece preocupantes es que hay una cierta visión miope: ‘yo quiero que las FARC se vayan a la cárcel’, pero la violencia que se ejerció por parte de los paramilitares o agentes del Estado que se desviaron esa sí es violencia buena. Hay una violencia mala y otra buena. Así no va a haber paz.
Está bien, exijamos responsabilidades a todos al máximo. Hay que hacer un pacto nacional para erradicar la idea de que uno hace violencia por la propia mano.
¿Con qué bases?
Hay que reconocer el resultado del plebiscito. Me preocupa mucho que no se reconozca. Y es el momento allí de congregarnos en unos temas esenciales, uno tiene que respetar la dejación de armas de las FARC. Ese es un punto de arranque.
Segundo, tiene que respetar la idea de que hay que mejorar la política en Colombia. Menos corrupción, hacerla más limpia.
Y tercero uno tiene que a partir de allí construir escenarios para reencontrarnos.
SJ: Este tiene que ser un pacto de erradicación de la violencia. La violencia en Colombia no es gratis. Una cola muy larga en la historia, de obrar de cierta manera. E impulsar ciertos grupos, como lo ha dicho Humberto De la Calle.
Tenemos que decir cero violencia privada, cero uso de las armas en política como usaron las FARC, cero violencia contra quienes están en la política.
Updated: septiembre 13, 2016 10:57 p. m.