Durante más de una década estas trincheras resguardaron de la guerra a los soldados y policías de Ituango (Antioquia). Tras lo pactado en La Habana, esos escudos defensivos, hechos de sacos de arena, ya no existen.
“Ya estamos viviendo en un contexto de paz. Desde que las FARC declararon la tregua unilateral no se había vuelto a presentar confrontación con la Fuerza Pública, y yo creo que ahora las cosas mejoran aún más”, dice Hernán Álvarez, alcalde de ese municipio del norte de Antioquia.
Conocido el acuerdo sobre el cese bilateral del fuego y de hostilidades, uno a uno los bultos de arena y tierra fueron removidos por soldados del Ejército Nacional, como muestra de confianza y símbolo inconfundible de paz.
“Hoy la comunidad se encuentra sacando las trincheras, demoliéndolas, conjunto con la Policía y la comunidad, con las alcaldías, el proceso es muy bonito”, explica sobre lo sucedido Victoria Eugenia Ramírez, secretaria de Gobierno de Antioquia.
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Sin trincheras, Ituango, otrora blanco de ataques de los frentes 18 y 36 de las FARC, ya no tiene en su parque principal elementos de guerra. En cambio, ahora por allí sus pobladores podrán caminar tranquilos y respirar los cambios que trae consigo el acuerdo de paz.
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