El hecho generó el rechazo de la comunidad, que denunció cómo la mujer encadenaba las manos del niño “para evitar que tuviera movilización en el inmueble, supuestamente porque era muy inquieto y no hacía caso”, informó el coronel Héctor Ruiz Arias, comandante de la Policía de Neiva.
El menor empezó un tratamiento psicológico y quedó bajo el cuidado de una tía materna, informó Edna Tamayo, comisaria de Familia de la población huilense.
Las autoridades hicieron un llamado a los padres de familia para que descarten todo tipo de castigo que afecte la integridad física y emocional de los niños.
La madre podría perder la custodia del pequeño y también recibe asesoría psicológica.