Yamile Arango, una contratista que fue víctima de una agresión por parte de su expareja, denunció que tras denunciar el hecho empezó a vivir otro calvario.
Los hechos se remontan al 31 de enero de este año, cuando la mujer hizo público que su exnovio, un militar activo, arremetió en su contra al enterarse que iba a terminar la relación.
Según su relato, el militar entró a la fuerza a su casa y procedió a golpearla sin miramientos.
“Me coge el cabello contra el piso y me da cabezazos contra el piso. Luego, cuando logro escapar hacia el baño, me coge contra el lavamanos, patadas, me arrastraba, todos los golpes posibles”, narró a Noticias Caracol la denunciante.
Al escuchar los gritos de la mujer, los vecinos alertaron a la Policía que acudió al lugar. Sin embargo, el militar los recibió con un disparo y la tomó como escudo humano.
Finalmente, los policías pudieron rescatarla, aunque con varias fracturas en la nariz y golpes en otras partes del cuerpo. Sin embargo, su viacrucis hasta ahora iniciaba.
“Nos llevan en el mismo carro a los dos. Obviamente yo atrás, el adelante. Pero seguí recibiendo sus insultos y malas palabras. No me pegó porque estaba esposado. En el CAI fueron 4 horas en donde yo seguía botando sangre, yo seguía a punto de desmayarme y no hacían nada”, aseguró Arango.
Desde el CAI, asegura, fue trasladada a la URI (Fiscalía) de Puente Aranda, donde le practicaron exámenes de Medicina Legal. Entonces fue sometida, asegura, a un trato indignante.
“Delincuentes al lado de uno. Uno que apuñalo, otro que maltrató y al lado de uno como si estuviéramos en igualdad víctima y agresor. El tipo que me agredió al lado mío… me preguntan si estaba bajo los efectos del alcohol o de las drogas y yo digo que estoy bajo los efectos de dos horas de golpes”, declaró la agredida.
Solo hasta las 5 de la mañana la mujer, que aún no había recibido atención médica, pudo salir hacia su EPS.
Finalmente, las diligencias no dieron frutos. “Termina en que me dan una medida de protección que es realmente un papel. Dice que él no puede acercarse a no sé cuántos kilómetros de distancia, como si uno tuviera un metro todo el tiempo para estar calculando”, denunció Yamile Arango.
En vista de las dificultades, la agredida lamenta su proceso. “Absurdo, cuando decimos denuncie, cuando las alcaldías y gobernaciones, el mismo Gobierno saca publicidad diciendo no se quede callado”, increpa.
La mujer aseguró que no interpondrá otra demanda en contra de su agresor, que quedó libre porque fue procesado solo por lesiones personales.
Updated: marzo 11, 2016 06:17 p. m.