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En la unidad de cuidados intermedios de la Clínica Reina Catalina se encuentra el pequeño de ocho años con graves problemas asociados a la desnutrición. Tiene seis años, pero su condición es desconsoladora: pesa apenas ocho kilos.
María Ester Uriana, madre del menor, indicó que debe preparar alimentos con agua de mar, pues a su ranchería no llega el agua potable. La utilización de este líquido, no recomendado para consumo humano, podría ser causante de acelerar el deterioro de la salud del pequeño.
Cuerpo médico de la Clínica recibió durante la noche a otro menor de edad con complicaciones de salud relacionadas a la desnutrición. En total son cinco niños que se atienden por situaciones asociadas.
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