Otra lección de la minga indígena: así fue su desinfección al regresar a los resguardos

Luego de cuatro días de protestas pacíficas y de hacer una demostración de civismo en Bogotá, la minga indígena sigue dando lecciones.

Antes de su partida, lograron expresar sus inquietudes en el Congreso de la República, siempre bajo el estricto control de la guardia indígena, que mantuvo los protocolos de protección.

“Es un ejercicio de hacer el control de todos los que estamos en la minga, de estar pendientes de que no sucedan cosas que pueda afectar a la comunidad”, explicó Emiliano Yonda, indígena nasa.

En horas de la madrugada de este jueves regresaron a sus resguardos en el suroccidente del país y allí los estaba esperando un estricto protocolo de desinfección para evitar el contagio del COVID-19.

Las autoridades espirituales recibieron a los mingueros y los programas de las IPS estaban ahí también pendientes.

Los promotores de salud dieron las indicaciones y la orden de entrar en cuarentena.

“Recuerden que el aislamiento preventivo se llevará de acuerdo con las directrices que maneje cada uno de los gobernadores en su comunidad. Tener en cuenta el distanciamiento físico, el lavado adecuado de manos con agua y jabón, el uso del tapabocas”, les explicaron.

Pero de acuerdo con los conocimientos ancestrales de plantas medicinales, también fueron sometidos a tratamientos propios de sanación y prevención sanitaria.

“Regresamos al territorio para establecer cuidados propios de la medicina ancestral y también hacer seguimiento y los cuidados de la medicina occidental. Es importante que los mingueros, tanto los que fuimos como los que se quedaron en casa, puedan estar bien”, manifestó Mauricio Capaz, coordinador de derechos humanos de la ACIN.

Los mingueros esperan que todo este ejercicio democrático de protestar en forma pacífica tenga un efecto positivo para lograr sus reivindicaciones.