¿Para dónde van las negociaciones de paz con los grupos armados al margen de la ley en Colombia?

Dentro del panorama actual de las negociaciones de paz en Colombia, solo el ELN y el Estado Mayor Central de las disidencias de las FARC tienen reconocimiento político, un estatus que les da vía libre al proceso de diálogos. Pese a esto, las negociaciones han tenido varios tropiezos.

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Por ejemplo, la negociación con el ELN ha tenido un intento de cese al fuego fallido, paros armados y lo más reciente fue el secuestro de Luis Manuel Díaz, una serie de acciones de esta guerrilla que ponen en tela de juicio su voluntad de paz.

"Si Antonio García sigue insistiendo en que el secuestro es legítimo como mecanismo de financiamiento, la paz no tiene ningún futuro, las negociaciones de paz no tienen ningún futuro, porque se va a generar una enorme indignación en la sociedad colombiana", expresó Eduardo Pizarro León, profesor investigador de la Universidad Nacional de Colombia.

Acciones como el secuestro y la financiación con fines extorsivos del ELN ha generado, de acuerdo con algunos analistas, una fisura en la mesa de negociaciones de paz, por lo cual el gobierno debe poner límites.

"En una negociación de paz tiene que haber líneas rojas, tiene que haber cosas que no se le aceptan a la contraparte", declaró el exnegociador de paz con el ELN, Juan Camilo Restrepo.

Entretanto, el autodenominado Estado Mayor Central, aunque ha manifestado querer iniciar negociaciones de paz, se levantó de la mesa de diálogos solo 20 días después de haberse instalado.

En dicho caso, el presidente Gustavo Petro reconoció que esta negociación era prematura, razón por la cual algunos de los expertos consideran que se debería hacer una sola negociación.

"Una vía viable es concentrarse en el proceso del ELN, definir las líneas rojas que se pueden replicar en los otros procesos, pero sobre todo organizar muy bien los inamovibles, ninguno de los procesos tiene claro los inamovibles", explicó Alberto Galeano, investigador en conflicto.

Las cartas del gobierno para las negociaciones de paz están sobre la mesa, a la espera de encontrar una salida pacífica con estos dos grupos armados al margen de la ley, una acción que contribuiría al silencio de los fusiles de guerra.

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