Un togado en Bogotá ordenó a la Policía Nacional suspender el uso de gases lacrimógenos durante las manifestaciones mientras dure la emergencia sanitaria del COVID-19 ordenada por el Gobierno nacional.
El juez quinto laboral del circuito de Bogotá avaló los argumentos de un ciudadano, que manifiesta que el uso de esta arma no letal puede producir bronquitis crónica, afección pulmonar y daño agudo en los pulmones.
Según el togado, es un arma química y tóxica de represión durante los disturbios.
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Para el experto en seguridad Iván Díaz, hablar de armas químicas "es un exabrupto desde el punto de vista técnico. (…) Es combinar o mezclar dos elementos que no tienen ningún tipo de semejanza desde el punto de vista técnico ni desde el punto de vista jurídico".
Sin embargo, para otro especialista, Andrés Nieto, esta decisión contribuye a evitar contagios por COVID.
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"La Universidad de Toronto, en Canadá, en septiembre de este año argumentó bajo un estudio que el problema de usarlos en medio de una pandemia es que las personas terminan quitándose la mascarilla para intentar respirar y este tipo de tos aguda que provocan este tipo de gases lacrimógenos terminan siendo el escenario perfecto para el contagio masivo", explicó.
La Policía Nacional impugnará la decisión con el siguiente argumento:
"De acuerdo al método de uso diferenciado de la fuerza y las armas, los gases permiten en una forma menos lesiva restablecer el orden público cuando ha sido alterado por hechos violentos o vandálicos que se presenten en el marco de una manifestación"
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