El hombre estuvo en la cárcel y tras una prueba dactilar, un juez determinó que Mauricio Sánchez había sido suplantado, lo dejó en libertad y obligó a que fueran borrados todos los registros o antecedentes.
La orden se hizo hace tres años pero aún no se ha cumplido.
Averiguar el pasado judicial se convirtió en la peor pesadilla para este hombre que no sabe qué hacer, afirma que por esta situación perdió hasta su familia.
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“Me capturan y estoy dos días en la Sijin. Nunca me llegó una citación ni nada, simplemente cuando voy a empezar a laborar piden los antecedentes, me dirijo a la Sijin y allá me capturan. Me dicen que tengo una orden por porte ilegal de armas”, asegura Mauricio Sánchez.
La víctima de suplantación había sido acusado y sentenciado a 9 años de prisión. Después de las pruebas dactilares, la Fiscalía determinó que había sido suplantando por un delincuente en Bogotá.
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“Hablamos no de suplantación de persona sino de identidad toda vez que el mismo documento como la cédula del señor Mauricio fue adulterada por el sujeto que cometió el delito al cambiar únicamente la fotografía”, manifestó Cristian Sánchez, abogado de la víctima.
Mauricio perdió hasta su familia, no puede salir del país y todas sus solicitudes de empleo son rechazadas por seguridad.
“Me tienen fregado, tengo hijos, tengo deudas hasta el cuello, perdí amistades, perdí a mi familia. Trabajo yo no consigo, hace poco traté de ingresar a una plataforma que está circulando en Medellín para manejar un carro y me negaron el empleo”, añade el afectado.
Junto a su abogado demandaron a la nación, le exigen una reparación directa por falla en el servicio por error judicial.
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Mauricio Sánchez, de 31 años de edad, es comunicador social y por este inconveniente no ha podido ejercer su derecho al voto.