Souldes Maestre Montero hace siete años lidera, bajo la guía de sus autoridades del resguardo kankuamo, la biblioteca Kankuaka, un espacio en las estribaciones de la sierra nevada en donde conviven la escritura y la oralidad.
"Aproximadamente tenemos 3.200 libros, porque por ejemplo también estamos apoyando a otras bibliotecas que están surgiendo dentro del resguardo. También les prestamos libros y gestionamos nuevos libros que ahorita están entrando", dice Maestre.
Esta biblioteca es más que cuatro paredes, sus actividades en los senderos de la sierra y adopción de la tecnología le permitieron no desvincularse de sus usuarios durante la cuarentena.
En 2015 está pequeña biblioteca obtuvo el reconocimiento Daniel Samper Ortega del Premio Nacional de Bibliotecas, en la categoría bibliotecas pequeñas y este año fue reconocida por la Biblioteca Nacional de Perú.
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“La Biblioteca Nacional de Perú vio todo este trabajo que hemos hecho y nos invitó a un conversatorio y finalmente vamos a estar en el marco del Hay Festival, que es un festival que reúne la literatura, la pintura, el arte, la cultura”, señala el bibliotecario.
Con Kankuaka, el bibliotecario de los kankuamos sigue demostrando que las bibliotecas son más que un espacio físico, que son una puerta a un mundo de conocimiento.