"Me dijo que era una guerrera (...) necesito superarme", recordó Durán de la mujer.
Cely, que validaba el grado décimo de bachillerato en el Colegio Manuela Beltrán, ubicado en la localidad de Chapinero, era madre cabeza de hogar y tenía una hija de 12 años.
El día que fue violada y torturada, el 24 de mayo, la víctima logró comunicarse con la línea 123 en dos ocasiones, a las 4:57 a.m. y a las 4:50 a.m.
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Durante la llamada relató que escuchaba una corriente de agua, por lo que las autoridades emprendieron su búsqueda cerca del canal Arzobispo, en el oriente de Bogotá, donde hay un escuadrón de carabineros, además de tres estaciones de Policía cerca del Parque Nacional.
En este sector de Bogotá funciona la Universidad Javeriana y hay varios establecimientos comerciales.
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Fue trasladada al Hospital Santa Clara en una patrulla de la Policía, hacia las 6 y 30 de la mañana.
Según el médico José Páramo, Cely presentaba signos de ahorcamiento, hipotermia y llegó "sin ropa medio cuerpo hacia abajo".
Además sus uñas estaban rotas, lo que indica que trató de defenderse, tenía lesiones con arma blanca en la espalda y sus genitales, donde hallaron rastros de madera y ramas, sangraban.
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Se ha informado que Cely fue empalada, una práctica de la edad media que, incluso, ha sido usada por grupos ilegales en Colombia.
La Fiscalía precisó que la víctima tenía "múltiples señales de abuso sexual, tortura en las extremidades superiores, heridas con arma blanca y trauma craneoencefálico causado con elementos contundentes".
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Agrega que obtuvieron información sobre los agresores "gracias al testimonio dado a conocer por la propia victima en el Hospital Santa Clara, lugar donde falleció días después".
Los médicos señalaron que la mujer murió, el pasado 28 de mayo a la 1:30 a.m., por una peritonitis aguda, debido a las heridas que tenía en el vientre y el daño en los órganos intestinales.
Fue sepultada el 31 de mayo en Bogotá. A la ceremonia llegaron cerca de 300 personas que ondearon pañuelos blancos y exigieron justicia, clamor que se extenderá este 3 de junio en un plantón que se ha organizado en Bogotá.
La necropsia de Cely está en manos de la Fiscalía General de la Nación, mientras que el comandante de la Policía de Bogotá, general Luis Martínez, ofreció 10 millones de pesos por información que permita dar con el paradero de los responsables del crimen.
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El caso de esta mujer no es el único que ha causado indignación en Colombia. Por el asesinato de sus esposas, el exconcejal Vladimir Melo fue condenado a 41 años de cárcel y el policía Joaquín Aldana a 33 años.
Antioquia es el departamento con el índice más alto de asesinatos de mujeres, mientras que en Cali y Barranquilla va en aumento el maltrato contra esta población.
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Bogotá