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Un sismo de magnitud 3,2 se registró la noche de este lunes 29 de diciembre en el municipio de Chipatá, en el departamento de Santander, según informó el Servicio Geológico Colombiano (SGC).
De acuerdo con el reporte oficial, el movimiento telúrico ocurrió a las 9:51 p. m., hora local, con una profundidad de 38 kilómetros, lo que lo clasifica como un sismo de profundidad intermedia.
El SGC precisó que el temblor se localizó a 2 kilómetros del casco urbano de Chipatá, a 5 kilómetros de Vélez y a 12 kilómetros de Guavatá, municipios del sur del departamento de Santander. Hasta el momento, no se reportan personas lesionadas ni daños materiales asociados al evento.
El sismo fue registrado bajo estado manual, procedimiento que se emplea cuando los analistas del Servicio Geológico revisan y confirman los datos del evento sísmico antes de su publicación definitiva.
¿Por qué este epicentro? ¿Qué hace que este territorio tiemble con tanta frecuencia? El Servicio Geológico aporta explicaciones fundamentadas: esta es una región con alta actividad sísmica constante. En Santander, principalmente en Los Santos se hallan lo que denominan uno de los nidos sísmicos más activos del mundo.
"Aquí encontramos lo que denominamos un nido sísmico que libera energía sísmica todos los días. Por eso sentimos temblores con frecuencia en esta región. Estos sismos tienen como particularidad que por lo general no presentan daños en superficie, pero sí son ampliamente sentidos a lo largo de todo el territorio colombiano", explicó Freddy Tovar, sismólogo de la Red Sismológica Nacional del Servicio Geológico Colombiano.
Un nido sísmico es una zona donde se concentra actividad sísmica permanente. En estos lugares, pequeñas tensiones en la corteza terrestre se liberan continuamente mediante pequeños temblores. El nido de Bucaramanga, región que incluye a Los Santos, representa cerca del 60 % de la sismicidad total registrada en Colombia.
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Comparativamente, solo dos zonas son similares a nivel global: Hindu Kush (Afganistán/Pakistán) y Vrancea (Rumania). Se trata, por tanto, de una zona de actividad intermedia (profundidad alrededor de 150 km), pero constante, con decenas de sismos diarios, aunque usualmente de baja o moderada magnitud. El SGC explica que esta actividad se debe a "fragmentos de placas tectónicas antiguas, ya inmersas o subducidas en el manto terrestre", que interactúan de manera compleja en esa región, liberando energía casi a diario.
VALENTINA GÓMEZ GÓMEZ
NOTICIAS CARACOL
vgomezgo@caracoltv.com.co