Según las últimas decisiones del Gobierno, el municipio de Turbo, Urabá antioqueño, dejará de ser refugio de migrantes, sino lugar de paso para aquellos que buscan arriesgadamente llegar hasta Estados Unidos.
Por esto, se les acaba el tiempo a cerca de mil migrantes que desde hace varias semanas permanecen en Turbo de forma ilegal.
El Gobierno decidió, por el momento, entregar salvoconductos por cinco días para que salgan del país.
Así, mientras algunos se internan en las selvas del Darién, otros sacan de entidades bancarias el dinero que familiares y amigos les giran para salir de la localidad y evitar ser deportados.
Publicidad