Caio Júnior, el fallecido director técnico del Chapecoense, era reconocido por poseer un enorme carisma. Antes de cada partido, el entrenador motivaba a sus jugadores con frases y arengas que llegaban al ama.
Su últimas palabras en el camerino, en las que mencionó a la muerte, se recordarán por siempre. "Si muriera hoy, moriría feliz", declaró el técnico.
Con 51 años, Júnior había logrado lo impensable: poner en la final de la Copa Sudamericana a un equipo chico del competitivo fútbol brasileño. Una hazaña solo lograda por el también equipo carioca Goiás y el Cienciano de Cusco, Perú.
Júnior forjó su vida como futbolista en el Gremio de Brasil y en Europa jugó con el Belenenses (Portugal). Después se licenció en Educación Física e inició una fructífera carrera como director técnico que lo llevó a conducir equipos como el ya mencionado Goiás.
Desde junio de este año, Caio Júnior entró a la nómina del Chapecoense.
Updated: noviembre 29, 2016 01:32 p. m.