La muerte de una decena de perritos y cuatro gatos en los últimos veinte días en una unidad residencial, ha generado el rechazo por parte de la comunidad del sector.
“Me parece algo muy inhumano porque los perritos no son personas, pero son parte de la familia. Uno los quiere como si fueran hijos”, señala Rosalba Giraldo, afectada.
En las últimas horas, cinco caninos murieron. Defensores de los animales, exigieron a las autoridades hallar a los culpables.
“La administradora no nos dice nada. La unidad dice que las cámaras no funcionan y que curiosamente dónde están poniendo el veneno no funcionan”, manifiesta Natalia Peña, defensora de animales.
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Los habitantes de la unidad dicen que les da temor sacar a sus mascotas a caminar.
“Estamos muy conmocionados de ver que dentro de nuestra comunidad hay personas con sentimientos tan malos y no queremos que esas personas convivan con nosotros”, explica Nidia Ardila, afectada.
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La comunidad pidió a la Policía Ambiental que cese el de inmediato la muerte de sus animales.
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