“Los paras me iban a matar. Entonces por eso me tocó... soy dos veces desplazada”, cuenta entre lágrimas Karen Janeth, una joven de 25 años con tres pequeños hijos.
Como ella, fueron desalojadas decenas de familias que se asentaban en improvisados ranchos de la parte baja del cerro de Monserrate. Allí, desde septiembre del año pasado se las arreglaban para sobrevivir sin servicios públicos.
“No tengo para pagar un arriendo, no tengo trabajo digno para pagar un arriendo”, se quejó por su parte Bienvenida Durango, también víctima del conflicto armado.
Pese a las quejas de los desalojados, el alcalde de la localidad de Santa Fe aseguró que se les ha hecho partícipe de la oferta institucional para personas de esta condición.
Updated: septiembre 02, 2016 03:02 p. m.