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Tras horas de viaje, helicóptero y dron, remotas veredas en Cundinamarca por fin verán la luz

Tras horas de viaje, helicóptero y dron, remotas veredas en Cundinamarca por fin vieron la luz

Habitantes de Romasa y Gibraltar, en Ubalá, nunca habían tenido el servicio. Un inmenso operativo utilizó Codensa para cargar postes, cables y transformadores.
La travesía comenzó hacia las seis de la mañana, llegar al destino no era nada fácil y tomó casi siete horas.
Fue necesario ir hasta Villavicencio y desde ahí desplazarse hasta Medina, Cundinamarca. Solo ese trayecto tomó casi seis horas. Desde ahí otra media hora hasta llegar a la inspección San Pedro de Jagua, jurisdicción del municipio de Ubalá.
Con un helicóptero, los trabajadores trasladaban postes, transformadores y cables a dos veredas conocidas como Romasa y Gibraltar, que tienen más de 20 años de estar constituidas pero que nunca han tenido energía eléctrica.
“Hay una cantidad de cosas que hoy en día damos por sentado en la vida, cosas que tenemos en las ciudades y todavía hay sitios en el mundo que no tienen energía eléctrica”, explica Cristal Otálora, vocera de Codensa.
Desde el cielo, desde el helicóptero, se podía apreciar la naturaleza, los árboles y las majestuosas montañas que son las protagonistas en esta zona.
Con este método, el traslado de material que antes les podía tomar cinco meses, ahora les toma tan solo 5 días. Pero no solo con el helicóptero realizan estas maniobras.
Con un dron despliegan el cableado desde un poste a otro cuando están muy apartados.
La casa más lejana que pronto tendrá energía gracias a esta tecnología está a 7 horas de San Pedro de Jagua. Noticias Caracol fue a la más cercana, queda a casi una hora en carro.
La carretera es angosta, despavimentada y está en medio de muchos árboles. Se atraviesan muchos riachuelos.
En la casa de la señora Miriam ya instalaron un poste y espera con ansías la energía eléctrica.
“Nos sentimos alegres porque nunca lo hemos tenido, es algo que nos pueden colaborar con ese beneficio. Muy bueno”, dice ella.
Doña Miriam cocina con leña y en su humilde hogar está el rastro de las que han sido sus aliadas en los últimos 6 años.
“Toca con velas o una plantica a gasolina y se prende y ahí es una renta que toca de diario para que los niños puedan hacer tareas”.
Son 58 familias que dentro de pocas semanas contarán con el servicio de energía eléctrica. La proyección es que dentro de 4 años un total de 8.000 familias, que actualmente no cuentan con este servicio, tengan electricidad. 

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