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Uno de los ‘narcos invisibles’ más poderosos del mundo, ‘el señor T’, fue entregado por su hijo

Uno de los ‘narcos invisibles’ más poderosos del mundo, ‘el señor T’, fue entregado por su hijo

Luis del Río, también conocido como ‘el Tío’, permaneció oculto durante más de 30 años. Acudía a un brujo y sus rezos para evitar ser capturado.
Su identidad estuvo oculta hasta que se enamoró de la mujer equivocada, la esposa de uno de sus hijos, quien entregó la información a las autoridades que, en un operativo conjunto con la DEA lo detuvo en Colombia.
Muy pocos lo conocían físicamente. Los narcos más jóvenes, sin saber quién era realmente, le llamaban ‘el señor T’ o ‘el Tío’.
Desde los 25 años fue uno de los hombres de confianza de Pablo Escobar, pero “fue capturado pagando una condena de 12 años y posteriormente, a su salida, continuó con esas actividades delincuenciales”, detalló el general Jorge Ramírez, director de la Policía Antinarcóticos.
Pero ‘el señor T’ se atrevió a ir más allá y luego de robar el dinero de un cargamento de cocaína enviado a Estados Unidos, Escobar secuestró a una de sus hijas.
Para rescatarla, ‘el Tío’ se unió al grupo de Los Pepes (perseguidos por Pablo Escobar).
Tras la muerte del jefe del cartel de Medellín, ‘el señor T’ se vinculó a La Oficina de Envigado, luego con el bloque Centauros de las autodefensas y con el frente occidental del ELN.
Jugar con varios bandos, dicen las autoridades, le garantizaba la producción, custodia y envío de al menos 10 toneladas mensuales de cocaína hacia Estados Unidos y Europa.
Entonces se apropió de más de 200 fincas y casas abandonadas por los excapos, entre ellas La Fortaleza, una de las propiedades más queridas de Escobar, ubicada a las afueras de Medellín.
Desde ese sitio asumió el poder absoluto de La Oficina de Envigado y se convirtió en el máximo jefe de los combos que se enfrentaban por poder y drogas en Medellín.
Los investigadores explican que el poder asesino y de corrupción de ‘el señor T’ permitió ocultar su identidad por más de 30 años, tiempo en el que nombró como jefes de La Oficina a jóvenes narcotraficantes como alias ‘Fredy Colas’, quien se entregó a las autoridades de los Estados Unidos, y alias ‘Lindolfo’, capturado en Antioquia por la Policía.
Gracias a la venta de cocaína a carteles mexicanos pudo adquirir más de 300 propiedades en Colombia, Estados Unidos y México.
Además, creía que no podía ser capturado gracias a los rezos que le hacia su brujo de cabecera.
Alias el Señor T: Entonces prográmese pues, para que el viernes hagamos la limpieza mía, el vomitivo y reforcemos.
Brujo: Sí, yo mañana voy a la discoteca a hacer un sahumerio que tengo ahí desde haces días y encender dos velas que tengo que encender allá.
Pero sus días en la sombra estaban contados, todo por cuenta de una mujer de la que se enamoró y que terminó siendo la esposa de uno de sus hijos.
El hombre traicionado terminó con el misterio y le entregó a la Policía la foto de su papá, suficiente para empezar a seguirlo, incluso hasta México, donde sostenía reuniones con carteles y empresarios de ese país.
Los agentes también descubrieron una inmensa finca ubicada en Girardota, a donde llevaba sus amantes, entre ellas la esposa de su hijo, y a menores de edad para abusar de ellas.
Agentes de inteligencia de la Policía Antinarcóticos y la DEA recaudaron la información durante los últimos dos años para capturarlo en la finca en La Fortaleza, en Medellín.
“Es de los tres más importantes narcotraficantes del país y está entre los diez principales del Gobierno de los Estados Unidos en tráfico de estupefacientes”, dijo el director de la Policía Antinarcóticos sobre ‘el señor T’.
En la finca encontraron un altar donde realizaba los rezos y la brujería, además de una colección de relojes y joyas, que, señalaron autoridades, regalaba a las niñas de las que abusaba y a las amantes que lo visitaban.
También tenía 50 camionetas blindadas y carros de alta gama, no solo en Medellín, sino además en un parqueadero de Fontibón, occidente de Bogotá.

Uno de sus socios murió intentando huir
De manera simultánea fue capturado alias ‘Jacobo’, uno de sus socios y jefe financiero de la red que desde hace más de tres meses se escondía en una lujosa finca en Melgar, Tolima, donde como un viejo capo construyó una capilla.
El operativo también se desarrolló en un apartamento de Medellín de alias ‘Chepe’, que al sentir que la Policía ingresaba a su apartamento se lanzó de un tercer piso y murió.
En la redada de la Fiscalía y la Policía fue detenido el encargado de sacar la droga en lanchas rápidas, así como sus enlaces en Cartagena y Barranquilla.
En Guatemala cayó alias ‘el Calvo’, su principal enlace con los carteles mexicanos.

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