Hay polémica por cuenta del fenómeno de las viviendas alquiladas a turistas para rentas cortas o por Airbnb. Bogotá y Medellín son las ciudades con mayor número de este tipo de lugares, por lo que el alcalde Federico Gutiérrez está anunciando medidas.
Según la Asociación Colombiana de Prestadores de Servicios Turísticos por Medio de Plataformas Digitales, ASOHOST, Colombia es el país número 14 a nivel mundial en los listados en rentas cortas y vacacionales.
Medellín es la ciudad con mayor oferta de propiedades bajo esta modalidad de alquiler, con 27.151 inmuebles; seguida por Bogotá, con 18.097; Cundinamarca, con 11.383; Bolívar, con 10,75 y Valle del Cauca, con 8.568.
Para muchos, comprar vivienda para ganarse una plata extra es muy buen negocio. El ingreso promedio anual por inmueble alquilado bajo la modalidad de rentas cortas o por Airbnb es de 20 millones de pesos.
Según cifras de la Alcaldía Mayor de Bogotá, en la capital hay 17.000 viviendas que están disponibles para el alquiler de rentas cortas.
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En todo Colombia hay cerca de 119.000, lo que hace que sea más competitivo el mercado con la oferta hotelera.
“Yo creo que hay un tema de equidad e igualdad y se está avanzando en ello. Lo que no está bien, lo que no es apropiado, es alquilar para turismo sin el Registro Nacional de Turismo”, señala Andrés Santamaría, director del Instituto Distrital de Turismo.
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ASOHOST prevé que durante el 2024 la industria de rentas cortas y vacacionales en el país crezca un 7% y alcance una facturación superior a los US $650 millones.
Por otro lado, aunque Noticias Caracol intentó contactar a los voceros del gremio de la hotelería en Colombia, al igual que al Ministerio de Comercio, para conocer su visión sobre este fenómeno que va en aumento en muchas ciudades y sobre las medidas que se han adoptado, no hubo ninguna respuesta.
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