“Los protocolos tienen que ser muy estrictos, muy cerrados. Atender unas 10 personas por turno”, opina Gisel Karina Garzón Avellaneda, alcaldesa de Arbeláez en Cundinamarca.
De acuerdo con los planes piloto que estudian autoridades, la distancia entre comensales no podrá ser menor a dos metros y el control del aforo será clave.
También se estudia permitir la reactivación en municipios con bajas y controladas tasas de contagio de coronavirus.
¡Ojo! Los restaurantes que deseen formar parte de este plan deberán acreditar sus protocolos de bioseguridad con los alcaldes y gobernadores. Su aprobación estará a discreción del Gobierno Nacional.
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Para el caso de Cundinamarca, 59 municipios se disponen a iniciar este proceso.
“Es muy positivo para la industria porque son oportunidades que nos da el Gobierno Nacional para poder abrir antes del primero de julio. Nuestra industria no resiste cerrada más allá de esta fecha”, sostiene Guillermo Henrique Gómez París, presidente ejecutivo de Acodres (Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica).
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Se espera que en los próximos días sean presentados estos protocolos.