Una gran fiesta se vivió durante la noche del viernes 15 de diciembre de 2023 en el estadio El Campín de Bogotá, con la celebración de los 30 años de carrera musical de Carlos Vives
. Fue todo un homenaje a trabajos discográficos como Los clásicos de la provincia, El rock de mi pueblo y Cumbiana.
La noche comenzó con un viaje a los principios del 2000 con el tropipop. Esta vez, las voces del género cantaron con una nueva generación de artistas que quieren dejar huella en la música, como es el caso de Alejandro Santamaría.
También, Mauricio & Palo de Agua compartió escenario con Laura Maré. Y, como una gran celebración, se unieron los exponentes del tropipop Sin ánimo de lucro.
El patrón, Carlos Vives, salió al escenario sobre las 10:30 de la noche con su homenaje a su gaitera, Pa mayté.
A la quinta canción llegó el primer invitado de la noche, Camilo, con su Baloncito viejo. Luego se sumaron figuras del fútbol colombiano: los exjugadores Faustino ‘el Tino’ Asprilla, René Higuita y Alberto Gamero, quien actualmente es el director técnico de Millonarios.
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Pero la fiesta aún tenía más emociones. Al escenario también subió el autor de La celosa, Juanes, con su guitarra eléctrica.
Asimismo, se rindió homenaje a históricos del ciclismo como Lucho Herrera y Martín Emilio ‘Cochise’ Rodríguez. Posteriormente, apareció la agrupación de sello bogotano Aterciopelados.
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También se presentaron Ryan Castro y Sebastián Yatra. Fue una noche de orgullo colombiano, de música, de los 30 años de la chispa de Carlos Vives que prendió la mecha y suena con fuerza a nivel mundial.
Previo al evento, Carlos Vives dijo que este concierto era el partido de su vida, pese a ser la cuarta vez que se presenta en El Campín. En esta ocasión recordó no solo Los clásicos de la Provincia, sino el recorrido de una carrera que dio a conocer al mundo los sonidos de Colombia y una gran innovación tecnológica.
"Este concierto es como una experiencia que van a vivir de mucha innovación en cuanto a luces, sonido y cámara, en todo lo que tiene que ver con tecnología y unión con la música", señaló el cantante antes del concierto.
A través de su concierto, el samario de 62 años regresó a la ciudad que en la década de 1990 le abrió las puertas no solo a su música, sino a su energía. Por eso, Carlos Vives asegura que "Bogotá es lo máximo. Es fría, pero es chévere".