Armando Vega Gil, bajista de Botellita de Jerez, dijo en una nota que quería "dejar limpio el camino” para su niño, al creer que ya no podría limpiar su nombre.
Su cuerpo fue encontrado en su casa en el centro de Ciudad de México, informó la Fiscalía.
"Una chica me acusa de abuso y acoso. Ella narra que el episodio ocurrió cuando tenía 13 años lo cual hace que esto se vuelva grave, muy grave. Bien, lo afirmo categóricamente, dicha acusación es falsa", escribió en Twitter en la madrugada de este lunes Armando Vega, de 63 años.
Padre de un niño de 8 años, el bajista de Botellita de Jerez dio por hecho que la acusación acabaría con su carrera, en la que obtuvo varios premios como cuentista y poeta.
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"Mi vida está detenida, no hay salida (...) Lo que menos deseo es que mi hijo se vea afectado por la falsa acusación que se me hace", expuso.
"Sé que en redes no tengo manera de abogar por mí, cualquier cosa que diga será usada en mi contra. (...) Las mujeres, aplastadas por el miedo y la amenaza, son las principales víctimas de nuestro mundo", escribió en su carta de despedida.
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En la primera mitad del texto el bajista, cantante y escritor relató sus inclinaciones hacia la ayuda humanitaria y explicó de qué manera colaboró con organizaciones centradas en los derechos de los niños.
También dijo que le habría gustado hablar en persona con la mujer que emitió la acusación "con pruebas, testigos, asesores y las chicas del movimiento", pero ya no pudo ser posible.
Armando Vega Gil dio por hecho a lo largo de la carta que esta acusación pondría en tela de juicio todos sus trabajos, "pues todos ellos se construyen sobre" su credibilidad pública.
Habría tomado la decisión, supuestamente, de terminar con su vida de manera "consciente, voluntaria, libre y personal", para así "dejar limpio el camino que transite" su hijo en el futuro, explicó en la carta.
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La denuncia contra él fue publicada de forma anónima en la cuenta #MeTooMusicosMexicanos.
En ella, la joven explica cómo conoció de forma fortuita en un mercado para músicos a Armando Vega hace más de una década, cuando ella tenía 13 años. Narra cómo el compositor la hizo ir a su casa en un par de ocasiones, donde la acosó tomándole fotografías y haciéndole comentarios sexuales.
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Más de 200 personas entre colegas, figuras del ámbito cultural y seguidores de su banda acudieron al funeral. Muchos de ellos aplaudieron el ingreso del féretro con los restos de Vega unos 30 minutos antes de la medianoche del lunes.
Visiblemente conmovidos, sus compañeros en Botellita de Jerez, Francisco Barrios y Rafael González, recibieron el abrazo de gran parte de los asistentes.
"Es triste, es de dar miedo ver qué efecto puede tener la irresponsabilidad de un comentario, un movimiento que puede ser muy noble en su esencia, pero mal llevado", dijo sobre la acusación Julio Santiago, un seguidor de la banda que acudió al funeral.
Consternación
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El movimiento #MeToo para denunciar actitudes de acoso y violaciones sexuales no tuvo mucha fuerza en México cuando surgió en 2017 a raíz de una ola de acusaciones contra el productor estadounidense Harvey Weinstein.
Pero en el último mes ha tenido un enérgico impacto en el mundo de la academia, la música, el periodismo e incluso entre organizaciones no gubernamentales.
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Varios reconocidos roqueros mexicanos se encontraban en el aeropuerto de San José, Costa Rica, cuando se dio a conocer la noticia de la muerte del bajista. Rubén Albarrán, vocalista del grupo Café Tacvba, rompió en llanto y evitó hablar con la prensa, pero otros se declararon en shock.
"Jamás, la pérdida de alguien, de un compañero, de un ser querido, será justificable", comentó Emmanuel del Real, tecladista de Café Tacvba.
Tito Fuentes, vocalista de Molotov, dijo estar de acuerdo con la campaña de denuncia de acoso, pero no en que se pueda hacer de forma anónima.
"Todo este anonimato desvirtúa al movimiento al hacer tantas calumnias desde el anonimato", dijo Fuentes.
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"Estoy realmente perpleja y muy triste. No creo nada de este asunto del acoso. Éramos amigos desde hace 30 años", dijo, en el velorio, Mali Haddad, amiga de Vega y exfuncionaria cultural de Ciudad de México.
Suicidios y #MeToo
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No es la primera vez que vinculan al movimiento #MeToo a nivel internacional con un aparente suicidio.
Los casos incluyen el de Benny Fredriksson, quien dirigió el centro de arte y cultura más importante de Estocolmo, Kulturhuset Stadsteatern, y esposo de la renombrada mezzosoprano sueca Anne Sofie von Otter.
Murió en marzo de 2018 después de ser denunciado por supuestamente tolerar conductas inapropiadas de sus empleados. Su viuda dijo que sus acusadores lo difamaron y que Fredriksson cayó en "la más profunda depresión" por las acusaciones en su contra.
Carl Sargeant, ministro del gobierno galés, murió en 2017 tras ser suspendido por el Partido Laborista después de ser señalado como acosador por varias mujeres.
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Y la productora estadounidense Jill Messick murió el año pasado después de que la actriz Rose McGowan -la primera mujer en denunciar a Weinstein- y otras personas la acusaran de facilitar el acoso del productor y de falta de solidaridad con mujeres maltratadas por él.