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Se acerca la época de fin de año con todas sus festividades y en muchos hogares colombianos ya se encendieron las luces y el árbol navideño, mientras en otros se está esperando que llegue oficialmente diciembre para iniciar con estas tradiciones.
En Navidad y Año Nuevo muchas personas tienen tradiciones o agüeros que representan abundancia, felicidad, salud, éxitos o amor para el año que viene. Más allá del brillo de las luces, el Feng Shui —la antigua filosofía china que busca armonizar los espacios para fomentar el bienestar— ofrece una lectura más profunda sobre cuándo y dónde ubicar el árbol de Navidad para atraer prosperidad, equilibrio y energía positiva hacia el hogar.
Aunque en Occidente se acostumbra instalarlo a partir del 1 de diciembre, el Feng Shui propone una fecha más específica: el árbol debe colocarse el 30 de noviembre, cuatro semanas antes de Noche Buena, un día considerado energético y cargado de renovación.
La recomendación central es que el árbol se arme cuando en el hogar se respire calma, evitando hacerlo en días caóticos o bajo estrés. El principio es simple: la energía con la que se instala el árbol impregna el ambiente durante todo el ciclo navideño. Si se arma con afán o tensión, esa vibración se proyecta sobre las semanas siguientes. Si se hace con intención, agradecimiento y serenidad, se abre paso a la abundancia.
Por otro lado, también es importante el día en el que se retira el árbol de Navidad del hogar, pues hay casas en los que este elemento permanece durante varios meses de inicio de año. Según esta tradición, el árbol debe retirarse después del Día de Reyes, es decir, el 7 de enero, una etapa considerada de transición energética hacia el nuevo año.
Para el Feng Shui, dejar el árbol más tiempo del necesario estanca el chi. A nivel simbólico, retener decoraciones navideñas más allá de la primera quincena de enero es aferrarse al pasado y bloquear nuevos comienzos. En cambio, retirarlo dentro de estas fechas ayuda a cerrar ciclos con claridad y despejar el camino para la prosperidad.
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Antes de desmontarlo, se recomienda encender sus luces unos minutos, agradecer lo vivido durante las fiestas y visualizar los propósitos de bienestar para el año que inicia. Este pequeño gesto, aunque simbólico, fortalece la intención energética del cierre.
En el Feng Shui cada espacio del hogar está asociado a un tipo de energía y un área de la vida. Colocar el árbol en un punto estratégico podría potenciar su influencia positiva.
Es el lugar más recomendado. El sureste se relaciona directamente con la prosperidad, el dinero y la expansión económica. Instalar allí el árbol potencia la energía de crecimiento y estabilidad financiera.
Si el hogar busca atraer oportunidades laborales, visibilidad o éxito profesional, este sector resulta ideal. Las luces brillantes, típicas del árbol, ayudan a activar la energía yang del área, trayendo dinamismo y apertura de caminos.
Perfecta para quienes desean fortalecer vínculos, sanar relaciones o armonizar el ambiente familiar. Este sector simboliza las raíces, por lo que un árbol ubicado allí potencia la unión, la alegría y la estabilidad emocional del hogar.
El Feng Shui también sugiere prestar atención a la decoración:
Las luces deben ser cálidas, ya que simbolizan el fuego, un elemento que activa la energía del hogar y atrae bienestar. Encenderlas por unos minutos cada mañana ayuda a mover el chi y mantener el espacio vibrante.
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*Este texto fue realizado con colaboración de un asistente de IA y editado por un periodista que utilizó las fuentes idóneas y verificó en su totalidad los datos. Cuenta con información y reportería propia de Noticias Caracol.