Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Esteban Chaves, uno de los ciclistas colombianos más queridos y resilientes de la última década, ha puesto punto final a su trayectoria profesional. El anuncio de su retiro del ciclismo se hizo público a través de un documental lanzado recientemente, cerrando así un capítulo que lo vio superar graves lesiones y alcanzar la cima de los podios mundiales.
El pedalista bogotano, conocido como ‘El Chavito’, informó sobre su decisión el lunes 24 de noviembre de 2025, luego de completar 16 exitosas temporadas en las carreteras del mundo. Chaves se retira a los 35 años aclarando que este nuevo paso no está motivado por el agotamiento físico o la presión externa.
La noticia de su retiro, difundida en la producción audiovisual ‘Still Dreaming’ (‘Todavía soñando’), sorprendió a muchos, pero el escalador capitalino explicó que ahora se enfocará en su vida personal.
“No es porque no pueda más, no es porque de afuera me digan que no,” manifestó Chaves en su documental, explicando las razones que lo llevaron a bajarse de la bicicleta de forma definitiva. “Es algo que sentí desde que nació mi hija y la decisión es la adecuada. Estoy muy contento y orgulloso de la carrera deportiva que tuve y de cerrar este capítulo de la manera que se está cerrando”, enfatizó.
La carrera de Esteban Chaves estuvo marcada por una adversidad devastadora que ocurrió más de una década atrás. Esta experiencia, que casi le cuesta la profesión y la movilidad, explica en gran medida la profunda gratitud y la mentalidad ganadora que siempre lo caracterizaron y que lo llevaron a ser el único colombiano en conquistar uno de los monumentos del ciclismo.
En febrero de 2013 sufrió un grave accidente en una carretera de Italia que, según la opinión de varios expertos médicos, debió haber puesto fin a su carrera profesional.
Publicidad
El accidente ocurrió mientras Chaves descendía a una velocidad aproximada de 50 kilómetros por hora. En un instante fatídico, una curva a la izquierda le ganó, desviándolo de la vía y provocando que su cuerpo impactara violentamente contra una señal de tránsito.
“Me monté al andén y había una señal de tránsito que me medía en la cabeza y en el hombro”, contó en entrevista con Los Informantes en 2018. El impacto fue tan severo que perdió el conocimiento inmediatamente. Las consecuencias iniciales fueron aterradoras e incluyeron sangrado por los pulmones, orejas y nariz.
Publicidad
Chaves sufrió una fractura de clavícula, una fractura de mandíbula (maxilar), y un trauma cráneoencefálico. No obstante, el diagnóstico que estuvo a punto de truncar su futuro en el ciclismo profesional no fueron las fracturas visibles, sino una lesión mucho más profunda: un nervio roto que lo dejó sin movilidad en su brazo derecho.
Cuando llegó a Bogotá tras el accidente, visitó al doctor Gustavo Castro. La conversación fue directa y desalentadora. El médico lo sentó y le dijo: “hermano, es muy grave”. La lesión era tan grave que los médicos que lo atendieron en Italia, justo antes de que corriera su primer Giro, lo "jubilaron", considerando que esto podría significar el fin de su carrera.
El camino hacia la recuperación fue un calvario de frustración y desesperanza. La familia de Esteban Chaves, cuya estabilidad económica dependía de su mejoría, lo vio luchar sin resultados visibles. El ciclista y su equipo de rehabilitación intentaron todo para restaurar la función del brazo.
“Intentamos alzar el brazo, le poníamos corriente eléctrica, terapia de sensibilización y toda la vaina y nunca vimos mejoría después de eso,” recordó Chaves.
Publicidad
Ante la falta de progreso, se tomó la difícil decisión de optar por la cirugía. Sin embargo, antes de llegar a la mesa de operaciones, Chaves y su familia visitaron a varios especialistas, y la mayoría coincidió en un diagnóstico desalentador. De los diez doctores consultados, ocho decían “que que no, que un daño nervioso era irreversible”.
Solamente dos profesionales, el doctor Gustavo Castro y el doctor Julio Sandoval, le dieron una luz de esperanza, asegurándole: “usted puede recuperarse”. Esta pequeña fisura de optimismo fue suficiente para que el ciclista, que se describe como “terco”, siguiera adelante.
Publicidad
La operación se convirtió en una carrera contra el tiempo y la anatomía. Cuando un nervio se rompe, los cirujanos deben cortar las partes dañadas. Sin embargo, al intentar conectar los extremos, se encontraron con un problema: no alcanzaban a unirse.
En un procedimiento que Chaves describe con detalle, los médicos tomaron una decisión crucial y arriesgada en el quirófano, sin su consentimiento o el de sus padres, “cogieron y me abrieron el pie, me sacaron un nervio que solo sensitivo y lo pusieron en la mitad, lo conectaron, no sé qué, y cerraron,” explicó el pedalista. Este injerto de nervio, tomado de su pie, era la única manera de intentar restaurar la función de su brazo derecho, una hazaña quirúrgica que le permitiría, algún día, volver a alzar el brazo.
Pese al éxito técnico de la operación, el pronóstico seguía siendo sombrío. Cuando Chaves preguntó por las probabilidades de quedar bien, uno de los médicos le respondió con una frase que evidenciaba la gravedad de la situación: “pues hermanito, hay que rezar mucho”.
Para Jairo Cháves, su padre —un carpintero del barrio Quirigua que con mucho esfuerzo había conseguido la primera bicicleta de Esteban a cambio de un comedor—, y su esposa, la situación fue dolorosa: “era duro, era triste… tanto talento y de pronto que se perdiera era difícil”.
Publicidad
Sin embargo, Chaves se aferró a su mentalidad. La clave de su retorno fue la creencia inquebrantable de que podía volver. “Siempre hay que creer que uno puede y por eso es que a él le gusta la frase de que los sueños se cumplen. Siempre, siempre hemos creído que hay que soñar y que creer,” afirmó su padre.
El camino de regreso a la bicicleta tardó casi un año. Su etapa de rehabilitación fue una demostración de esa terquedad que, según él, lo compensaba por no tener la misma fuerza física que otros.
Publicidad
La primera victoria de Chaves tras la lesión llegó en el Tour de California. Este triunfo fue significativo porque ocurrió apenas 15 días después de que, por fin, pudo volver a alzar por completo su brazo derecho.
Desde ese día, cada vez que Chaves ganó una carrera, levantó la mano derecha como un símbolo de su triunfo no solo sobre la etapa, sino sobre las adversidades que le puso la vida.
“Y esa victoria es muy bonita porque es un pasar de página. Ya ese día pude alzar el brazo completamente, logré ganar, gané de una manera muy bonita,” comentó el ciclista. “Lo hago porque fue un momento muy difícil de la vida y espero que siempre que pueda celebrarlo lo pueda hacer de esta manera”.
A pesar del vaticinio de “daño irreversible” y la dura recuperación, la terquedad y la disciplina de Chaves lo llevaron a escribir las páginas más doradas del ciclismo colombiano hasta su retiro en 2025.
Esteban Chaves ya era una promesa antes de su accidente, habiendo ganado el Tour de l'Avenir en 2011, una carrera sub-23 donde compiten los futuros campeones del Tour de Francia. Pero tras el accidente de 2013, sus triunfos adquirieron una dimensión épica.
Publicidad
En 2015, ‘El Chavito’ demostró que su regreso no era una casualidad. Ganó el Tour de Abu Dabi y logró dos victorias de etapa en la Vuelta a España, llegando a vestir la camiseta de líder. En esa Vuelta a España, consiguió un destacado quinto puesto en la clasificación general. Una de esas victorias fue en la etapa más dura, donde llegó a la meta completamente agotado pero victorioso, sonriendo y dando “gracia a Dios”.
El 2016 se consolidó como el año cumbre de su carrera, logrando resultados históricos para el ciclismo colombiano:
Publicidad
1. Podio del Giro de Italia: Fue subcampeón de la Maglia Rosa, solo detrás del local Vincenzo Nibali. Además, ganó dos etapas en el Giro de Italia.
2. Podio de la Vuelta a España: Ocupó el tercer puesto en la clasificación general, escoltando al campeón Nairo Quintana y al británico Christopher Froome.
3. Monumento Ganado: Chaves se convirtió en el único colombiano en imponerse en uno de los cinco monumentos del ciclismo, las clásicas de un día más importantes del calendario, al ganar el Giro de Lombardía, Italia.
Esteban Chaves no solo se dedicó a competir al más alto nivel. Demostrando su gratitud con el deporte, fundó una organización, la Fundación Esteban Chaves, que respalda a equipos juveniles de ciclismo.
*Este texto fue realizado con colaboración de un asistente de IA y editado por un periodista que utilizó las fuentes idóneas y verificó en su totalidad los datos. Cuenta con información y reportería propia de Los Informantes.